Kiko Tovar debutó con su primer, y único, disco a los 18 años. Desde aquel sonado “No se tu nombre” ha pasado ya una década, y esa a
usencia discográfica no ha significado su retirada del panorama musical.
Kiko sigue actuando por salas y bares, con amigos o en solitario. Él es un músico de los que le gusta mantener el contacto con el público. Sus canciones son el resultado de hablar sobre temas cotidianas con gran sentimiento y, sobre todo, humor. En los conciertos mezcla su repertorio con monólogos y conversaciones que arrancan las carcajadas de todos los que van a oírle.
La semana pasada publicó el videoclip de su canción "El Astronauta"(Video 4:59)
El Café de los Bohemios ha tenido el placer de hablar con él.
Hace una semana publicabas un nuevo videoclip ¿Habrá un nuevo disco?
Una de las ventajas de la sociedad del conocimiento es que ha disuelto estructuras y estrategias que hace diez años eran inamovibles. Una de esas estructuras era la forma de hacer “carrera musical”, es decir, grabar disco, publicarlo, hacer un videclip del primer single, esperar a ver que pasa, sacar el segundo single, segundo videoclip…
Hoy en día, el acceso a las nuevas tecnologías y en concreto Internet, han fulminado aquellas estructuras. Por ello uno ahora puede grabar un disco en un cuarto de baño si es capaz de tener un ordenador decente, con una librería de sonidos decentes y una buena tarjeta de sonido…
En esa línea, y contestando a tu pregunta, yo había grabado una maqueta en el estudio que Miguel Dantart tiene en su casa y después de aquello me surgió la posibilidad de grabar el videoclip con PattydeFrutos, una amiga asidua a mis conciertos, y su equipo. Ha sido una forma de intercambio a la que no estamos acostumbrados: amor por amor, arte por arte…en busca de la cultura total, esa que está en todas las esquinas y cualquiera tiene el derecho de usarla.
¿Cómo será esa maqueta?
Pues al 90% será bajo las premisas que te he contado en el punto anterior. Grabado en un estudio casero, con mis ideas y las ideas de la gente a la que valoro y me asesora y, después de tener el “producto” terminado, presentarlo a diferentes distribuidoras o discográficas. Si después de un tiempo prudencial nada suena, autoeditarlo yo y venderlo en la mejor “estantería” del mundo: los conciertos; como hacen casi todos mis amigos.

Recién cumplida la mayoría de edad llegó “Tiempo al tiempo”¿Cómo recuerdas tus inicios?
Pues con muchas ganas de aprender de un mundo al que amaba y del que ninguna referencia negativa tenía. En busca de exprimir todas las sensaciones derivadas de una situación que poco correspondía con la de un chico de ciudad obrera del sur de Madrid: conocer a artistas de la talla de Joaquín Sabina, viajar por toda España, tener un road-manager que te dice a qué hora puedes ir al servicio, tocar en sitios que nunca hubiera pensado (plazas de toros, estadios de futbol…)…
En general, mucha mucha ingenuidad e ilusión. Con el paso de los años, lo segundo siempre está como timón de mi vida, ¿de lo primero?...poco.
Desde el comienzo ¿Te arrepientes de algo? ¿La música supone, y más como está el panorama, más decepciones que alegrías?
No, arrepentirme no. Con el tiempo he sabido interpretar aquella época. Sí es verdad que era demasiado joven para entender determinadas situaciones y procesos que se daban en torno a mí. Creo que en este mundo hay que saber que todo el mundo va a lo suyo, que es sacar beneficio. El artista vender discos y hacer conciertos (que es con lo que el cantante gana dinero), la discográfica ganar dinero, la editorial ganar dinero, la oficina de management ganar dinero, la sala que organiza conciertos ganar dinero…El problema es cuando creemos que los demás son los tiburones y nosotros las víctimas. No. Hay que saber jugar a este juego y tener muy claro, y de antemano, cual es el objetivo que pretendes conseguir.
En los conciertos hablas de cosas cotidianas, como la canción que dedicas a las bolsas de plástico que se acumulan en casa¿Qué te inspira?
Me inspira respirar. El componer una canción que te guste y que luego convenza al público es realmente difícil, pero tener temas de los que hablar no, pues salvo el tiempo en que estoy durmiendo, el resto del día me están pasando cosas que mi mente identifica, algunas las resalta y otras no. Así surge Plásticos, de ir con frecuencia a la terraza de la cocina de la casa de mis padres y ver que era imposible coger una latilla de atún sin tropezarte con 20 bolsas rellenas de bolsas, o intentar comerte una galleta del surtido CUETARA y tener que pasar por el proceso de romper dos o tres plásticos hasta llegar a ella…
Estos cuatro amigos(más uno invitado)unían humor, monólogos y canciones ¿Qué pasó con “5 Tristes Tigres”?
Un proyecto maravilloso. Sin duda alguna, uno de los momentos más geniales en mi carrera musical. Aprendí, compartí y crecí junto a Miguel, Alejandro, Paco y Jesús Garriga (al principio) y Manzanero (al final). Un espectáculo que, como tú bien dices, combinaba lo mejor de nuestro repertorio, con el humor, los monólogos y pinceladas de teatro…todo ello en el marco incomparable de la Galileo Galilei, aunque las veces que salimos fuera de Madrid, el espectáculo también funcionaba a las mil maravillas.
¿Se termino el proyecto?
Se dice que está en stand-by…
No has parado de dar conciertos, pero también trabajas de lo que has estudiado(Sociología) ¿Te gustaría vivir exclusivamente de la música?
Sí, no me importaría lo más mínimo. Pero para ello habría que hacer una inversión muy grande y, aún así, arriesgarte a que nada pasara.
La sociología me apasiona y encanta, trabajar en la universidad es un privilegio, te permite dedicarte a la investigación e indagar sobre temas que influyen a la gente. Me encantaría llegar a ser profesor de universidad, a ello le dedico la mayoría de mi energía, pero todavía he de finalizar la tesis…tarea ardua.
La realidad es que el público de cantautores, aunque no es muy amplio, si que se caracteriza por su fidelidad. Y en tus conciertos la gente se lo pasa muy bien. Para terminar ¿Alguna anécdota curiosa que te haya pasado durante un concierto?
Tengo diferentes. Desde mi época erasmus, cuando estuve en Florencia donde tocaba todos los lunes en un pub, que se llamaba Eskimo, con mucho encanto del centro de la ciudad y tenía que cantar en un escenario que servía de paso a la gente para ir a la barra…¡la de cervezas que me habrán caído encima a altas horas de la madrugada!
Otra curiosa, fue cuando estaba de gira como telonero de Ella Baila Sola. Fuimos a tocar al a plaza de toros de Oviedo y el tipo que presentaba el concierto me anunció como Kiko Ledgard (presentador ya fallecido del “Un, dos, tres”)
Otra curiosa, fue cuando estaba de gira como telonero de Ella Baila Sola. Fuimos a tocar al a plaza de toros de Oviedo y el tipo que presentaba el concierto me anunció como Kiko Ledgard (presentador ya fallecido del “Un, dos, tres”)
Gracias Kiko.
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